Este libro tiene especial interés, al abordar un período reciente de la historia dominicana, algo nuevo en los historiadores dominicanos quienes mantenían mayor apego al remoto pasado colonial o al intenso siglo XIX, en que se inició la vida republicana del país. Ya Bernardo Vega ha demostrado su decisión de aportar al conocimiento de este período, con varias entregas de obras documentales que abarcan la década de los años cuarenta, nutridas por las privilegiadas fuentes del Departamento de Estado y de las fuerzas armadas norteamericanas; de donde ha logrado extraer el fondo completo sobre la República Dominicana, desde el 1910 hasta 1949. En el volumen que hoy comentamo, el autor concentra todo lo relativo al surgimiento de las ideas comunistas en relación con la presencia de los emigrantes españoles llegados a la República Dominicana desde 1939, a consecuencia de la guerra civil de España.

El libro no pretende elaborar explicaciones teóricas sobre el período y tema tratados, sino que ofrece al lector una serie de informaciones homogéneas ordenadas cronológicamente que permiten responder sobre ciertas actitudes del régimen frente a las migraciones, así como su tolerancia a la propagación de las ideas marxistas. Ofrece mucha riqueza informativa respecto a los periódicos y organizaciones fundados por aquellos españoles, así como de sus actividades político-sociales; de las cuales se puede notar que así como ellos contribuyeron al afianzamiento de las ideas marxistas, también se les reconoce una importantísima labor científico-cultural que sin lugar a dudas constituyó un hito con el cual se marca una nueva etapa en la vida intelectual dominicana.

Siguiendo el hilo de las actividades políticas de los comunistas españoles, no sólo se muestran los mecanismos empleados por Trujillo y los Estados Unidos para controlar policialmente a dichos emigrantes, sino que se pone de manifiesto la injerencia de ese país en los asuntos internos de la nación dominicana. El levantamiento de nombres y actividades culmina con un recuento sobre “lo que pasó a los comunistas después que salieron del país,” para lo cual el autor amplía sus fuentes apelando a los testimonios orales de figuras que hoy día ocupan señeros lugares en la política española, como es el caso de Santiago Álvarez.

Se trata en fin de una obra amena cuya amplia base documental no le imprime ninguna pesadez al estilo y que necesariamente debe ser consultada por todos aquellos interesados en estudiar la realidad contemporánea dominicana.