La improvisa muerte de Mario Góngora ha privado la historiografía chilena de su exponente más prestigioso e inteligente y su ausencia se hará sentir en los estudios de historia social e intelectual latinoamericana. Mario Góngora se prodigó a lo largo de casi medio siglo de actividad como profesor de la Universidad de Chile y de la Universidad Católica de Chile para elevar el nivel de la historiografía chilena proponiéndole nuevos paradigmas capaces de rescatarla del positivismo primordial en la que había decaído en los años de 1940 y 1950 y del ideologismo que la caracteriza en los últimos decenios. Lo hizo sin adoptar una postura nacionalista y tratando constantemente de proponer, a través de la docencia y de sus obras, una comunicación permanente con la historiografía latino-americana, americana y sobretodo europea, con el fin de recuperar de los mismos instrumentos, técnicas analíticas y especialmente ideas capaces de analizar en forma nueva y comparada el pasado chileno e hispanoamericano.

Para Mario Góngora la historia no fue tan sólo una profesión sino más bien una constante y profunda reflexión que a la luz del pasado le permitiera comprender el presente chileno e hispanoamericano. Los restos del pasado, incluso del remoto pasado de la conquista y de la colonia y del más reciente, no son nunca valorizados como fin en sí sino como un medio conjugable con las sugerencias de la filosofía, del derecho y de la sociología para comprender lo que unifica el ayer y el hoy. No es entonces una casualidad si en su largo viaje a través de los hechos y de las ideas, madura progresivamente en Góngora la convicción de una especificidad cultural hispanoamericana y de una subespecificidad cultural chilena respecto no sólo a Europa sino también a Estados Unidos.

El estudio y la reflexión de Mario Góngora sobre la historia fueron profundamente influenciados por el humanismo que ve aun en el más elemental producto cultural la manifestación de una fidelidad y la prolongación en el tiempo de un modo de ser y de sentir colectivo. Partiendo de esta premisa, Mario Góngora elabora progresivamente la idea que la tradición hispanoamericana y chilena se conformaron durante la conquista, por efecto de la herencia india y de la herencia española, para en seguida expandirse por efecto de la libertad del contexto colonial. Se consolida así una situación cultural propiamente hispanoamericana, imposible de ser homogeneizada con la europea y difícilmente modificable tanto por la administración colonial española como por el positivismo modernizador del siglo XIX o por las grandes planificaciones de corte socialista o neoliberal del siglo XX. Sólo en las áreas de frontera, como Chile, esta tradición cultural se da en una forma más frágil.

No todos comprendieron la originalidad de las formulaciones historiográficas de Mario Góngora posiblemente porque él mismo las vío como un work in progress y no susceptibles todavía de una formalización o de una explicitación. En efecto, su itinerario historiográfico puede parecer extraño y tortuoso para los más, pues a lo largo de cuarenta años analizó paralelamente las tres dimensiones que reputó esenciales para comprender la tradición cultural hispanoamericana: los fundamentos sociales (cf. Studies, Los grupos de conquistadores, Evolución de la propiedad . . ., Encomenderos . . ., Origen de los inquilinos . . ., y Estudios . . .); la ideología subyacente a las instituciones (cf. Studies El estado . . ., y Ensayo histórico . . .); y la elaboración doctrinal (Studies . . . y Estudios . . .).

Su búsqueda de la tradición cultural hispanoamericana y chilena no es solamente la reflexión del hombre que rehuye al atomismo individualista y al gregarismo colectivista, reputándolos abstracciones ahistóricas, sino el tentativo de construir un nuevo método capaz de desvelar la herencia material e inmaterial en la cultura hispanoamericana y chilena del presente.

Publicaciones Principales

El estado en el derecho indiano. Época de fundación, 1492-1570
(
Santiago
,
1951
).
Evolución de la propiedad en el Valle del Puangue
(en colaboración con Borde Jean) (
Santiago
,
1956
).
Los grupos de conquistadores en Tierra Firme 1509-1530. Fisonomía histórico-social de un tipo de conquista
(
Santiago
,
1962
).
Encomenderos y estancieros. Estudios acerca de la constitución social aristocrática de Chile después de la conquista, 1580-1660
(
Valparaíso
,
1970
).
Origen de los inquilinos de Chile central
, (
Santiago
,
1960
), 2a edición, Santiago, 1974.
Studies in the Colonial History of Spanish America
(
Cambridge
,
1975
).
Estudios de historia de las ideas y de historia social
(
Valparaíso
,
1980
).
Ensayo histórico sobre la noción de estado en Chile en los siglos XIX y XX
(
Santiago
,
1981
).
Edición crítica de Diego Rosales, Historia general del Reyno de Chile. Flandes indiano
(
Santiago
,
1984
).