Las interpretaciones de la arquitectura mesoamericana, motivadas en gran parte por los resultados de las recientes investigaciones arqueológicas y epigráficas, están actualmente en proceso de revalorización. Existen pocas publicaciones referentes a la arquitectura precolombina y de éstas la mayor parte se limitan a la descripción de las construcciones; solamente unas pocas se adelantan a una interpretación, sea en forma general o en lo particular arquitectónico.

El libro de Paul Gendrop y Doris Heyden, especialistas en las artes, la arquitectura y la antropología mesoamericanas, forma parte de la colección “Historia Universal de la Arquitectura” que dirige Pier Luigi Nervi, arquitecto-constructor de fama mundial. Este hecho sin duda influenció en la presentación y extensión, así como en el enfoque hacia un público general interesado en la arquitectura. Los autores procuraron referirse prácticamente a todos los sitios arqueológicos, aunque a veces poco conocidos, en Mesoamérica. La obra se estructura alrededor de divisiones cronológicas que a su vez se subdividen en regionales, antecediendo a cada una la exposición de sus principales rasgos históricos, culturales y religiosos. Se analizan los centros ceremoniales y ciudades más importantes, procediendo de lo urbanístico a lo arquitectónico y subrayando sus detalles característicos. Es obvia una preocupación por las artes integradas, las cuales con su mayor accesibilidad despiertan el interés del lector y lo conducen a los aspectos esenciales de la arquitectura. Las excelentes fotografías, en su gran mayoría sacadas por los autores, se prestan más a explicar visualmente la arquitectura que a enfatizar el esplendor fotográfico.

Las finas y perspicaces observaciones de los autores en detalles a veces aparentemente insignificantes, pero no menos decisivos, y su sensibilidad estética manifestada en los análisis, notable en la parte correspondiente a la región Puuc (págs. 189-221), sobresalen de la amplia información general. Las referencias a documentos históricos sirven para explicar y ubicar adecuadamente, hasta donde es posible, las construcciones precolombinas. En cambio, las frecuentes sitas de autores recientes parecen en varios casos innecesarias. El texto y las ilustraciones pudieran estar entre sí mejor complementados y relacionados para una más clara comprensión. Una apreciación más amplia del espacio interior (y en este caso también del exterior), esencia de la arquitectura, quizá sería de valor—a lo menos actualmente—sólo para los lectores con un interés específico.