Desde hace unas décadas se ha abierto una importante veta de análisis para los estudios historiográficos y contemporáneos en torno al mundo rural, veta que asume o critica la “tragedia de los comunes” o las ideas en torno a los “bienes comunes”. La fortaleza que ha adquirido la historia ambiental, la historia ecológica, la ecohistoria, así como la ecología cultural, la ecología política, la ecología de los pobres / ecosocialismo, la ecología feminista y el llamado metabolismo social, nos ha puesto en el camino de perspectivas que, si bien se tomaban en cuenta –como la geografía, el espacio, el deterioro y el cambio ambiental o las pérdidas de los recursos bióticos–, no eran por sí mismas el eje de los estudios sociales. Las consecuencias de deterioro ambiental han llevado a muchos científicos sociales a tomar posturas en torno al papel que debemos de tener frente a ellas. Así, la historia...

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