El libro se propone definir el concepto de corrupción en Nueva España entre 1650 y 1750. La tesis que defiende es que los delitos asociados a la corrupción se extendieron del ámbito estrictamente judicial a la esfera administrativa. Hasta entonces la noción se circunscribía a actos que obstaculizaban la administración de la justicia, tales como la extorsión o el soborno, la concesión de oficios de justicia a personas sin mérito o la consolidación de costumbres contrarias a las leyes justas. La transición a la esfera administrativa fue auspiciada, según Christoph Rosenmüller, por el avance del legalismo real frente al pluralismo judicial. En este contexto, el autor analiza con detalle el cambio de significado de conceptos como el mérito o las costumbres. Por ejemplo, el estrato social, que determinaba la predisposición innata hacia la virtud o el vicio, fue reemplazado por una identificación entre mérito y capacitación técnica. Este cambio permitió...

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