Resumen
La distribución física de los contraceptivos es un problema para los programas de control de la natalidad, pero la logística de la distribución por el sector privado ha sido frecuentemente descuidada en los planes. Este articulo estudia la distribución de contraceptivos en Jamaica en terminos de ventas, contacto directo a traves de manufactureros e importadores, ventas por mayor, y práciicas de almacenamiento. El autor arriva a cinco prescripciones esenciales para uso del sector privado.
Primero, el comerciante considera los preservativos tal como a otros productos menos sensitivos en su linea, y el responde a la comercialización en la misma manera. Segundo, una esiimulación efectiva al nivel de los proveedores probablemente traeria un aumento de actividad al nivel del minorieia. Tercero, la distribución tradicional de drogas y medicinas represenia un enfoque estrecho para la distribución de contraceptivos, esios comerciantes deben ser estimulados para operar sobre bases mas amplias, o se los debe suplementar con distribuidores más familiarizados con productos orientados hacia el mercado de masas. Cuarto, un programa de información puede causar un cambio adicional en la conducta de los distribuidores del sector privado. Quinto, los programas de población: deben incluir especialistas en el sector privado de distribución.
Summary
The physical distribution of contraceptives is a problem for birth control programs, yet privatesector logistics have often been overlooked in planning. This paper studies the distribution of contraceptives in Jamaica in terms of sales, direct contact through manufacturers and importers, wholesalers' activities, and brand-stocking practices. The authors arrive at five essential prescriptions for the use of the private sector.
First, the merchandiser views condoms just as he views less sensitive products in his line, and he responds to merchandising in the same way. Second, aggressive stimulation on the level of the supplier will probably bring about increased activity among retailers. Third, traditional drug-medical distributors view distribution narrowly, and they should be encouraged to operate on a broader basis, or they should be supplemented with distributors who are more familiar with broadly mass-marketed products. Fourth, an information program may cause a lasting change in private sector behavior. Fifth, population programs should include specialists in prioaie-eecun distribution.